Monday 16 September 2019

Enfermedad capitalista: Enfermedad mental


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Por. Karla Caravantes



Los descabellados números estadísticos que arrojan los medios de comunicación, permiten considerar problemáticas que se convierten en novedades y andan en las lenguas de las personas divulgándose. La idea del “progreso” de una sociedad se ve plasmada en los eventos trágicos a los cuales nos enfrentamos de manera actual.

Sin embargo, la lepra, la homosexualidad, la drapetomanía, eran consideradas enfermedades debido al contexto en el que se encontraba la sociedad a mediados de los mil ochocientos y hasta inicios de los dos mil. Gracias a la apertura de considerar al humano con sus decisiones y preferencias, los temas de perspectiva de género, así como el de igualdad o equidad social enfrentando el machismo, el racismo o la falta de tolerancia hacia el otro, ha permitido que cada singularidad determine su forma de andar en el mundo.

Pareciera entonces que hay un “progreso”, puesto a que las enfermedades pasadas ya no son el tema del presente, pero, ¿será entonces, que no es que se elimine una enfermedad, sino que ya se vive un síntoma social para la subsistencia de las lenguas que necesitan un tema trágico del cual hablar y las enfermedades pasadas solo se han ido desplazando una y otra vez a partir de los números estadísticos que ofrecen los medios de comunicación? este punto resulta importante, ya que las problemáticas actuales se dicen ser actuales porque se ha puesto la mirada en los temas que alarman a la sociedad, que sin duda, siempre se han presentado pero habían sido desapercibidos por la moda que acompaña el día a día, es decir, ¿cómo considerar al bullying cuándo en años anteriores no resultaba un problema? Difícilmente se tendría un número real de los casos de bullying y de acoso escolar en el pasado, pero sí se tienen números considerables en la actualidad porque hoy en día ya es un problema. Lo mismo sucede con los problemas mentales como la depresión, el TDAH, o lo que implica actualmente el tema del suicidio. 

La psicología actual se encuentra muy enfocada a preservar la salud mental a cualquier costo y también teniendo uno. Esto se puede ver a partir de la publicidad que ofertan los mismos psicólogos considerando los problemas más novedosos surgidos por la divulgación social: “violencia familiar”, “violencia de género”, “depresión”, “terapia de pareja”, “prevención del suicidio”, “tanatología” o frases como: “¿Estás en duelo? ¡Nosotros te ayudamos!”, mientras la psiquiatría en varias ocasiones prepara la sustancia adecuada para que el paciente convierta su padecer en un no padecer, en un no-sentir, en un no-ser y en este caso no se sabría con exactitud si se siga hablando aún de una persona que conserve la vida y, aunque en caso aparente fuera así,  no se sabe si conserva la suya.

Hoy en día existen muchas posibilidades para evitar la enfermedad mental, unas a costos elevados aunque cada día hay mas accesibilidad debido a la oferta-demanda que las necesidades ambientales de comercio requieren. No sólo surgen profesiones enfocadas a la salud mental, existen más herramientas que van desde la religión hasta el yoga o el budismo, para encontrar espacios que den tranquilidad al alma, ya sea creyendo en Dios o descubriendo espacios ampliados de conciencia; cualquiera que sea la opción, el humano anda en búsqueda de que su estar en la vida sea más llevadero y tenga algún significado. Los dolores y sufrimientos se convierten en un negocio, el padecer humano lo conduce a atender su estado emocional y el discurso del Amo se convierte atractivo puesto a que la voz del que sabe lo que el otro no sabe es seductora para el neurótico.

Entonces surgen corrientes del saber, con algunos costos para que esa voz que sabe indique hacia donde ir, qué hacer y cómo comportarse. Algunas corrientes se convierten en consejos con valor, no solo de dinero, sino tiempo, fe (porque se le apuesta al que el Otro sabe), dolor depositado a la experiencia que se puede dar de dos maneras: Reviviendo la experiencia dolorosa a manera de solicitar un consejo que recuerde las reglas del buen vivir, como sugiere la religión, que permita comportarse mejor y siendo funcional en algo, como suelen prometer la cura en las terapias breves de cinco sesiones. También existe el intento del ocultamiento del dolor como en casos de la meditación, el yoga, el budismo, que orienta al olvido momentáneo de ese sufrir. En ambos casos se hablan de curaciones momentáneas que pulsan en cada configuración psíquica que acompaña al sujeto a través de su experiencia, de su historia y que sin duda, volverá a manifestarse ya sea de la misma forma o de manera desplazada.

Así, dichas corrientes del saber de la salud mental  se convierten en el omeprazol para la enfermedad mental, con un amplio mercado y posibilidades que garanticen el regreso del paciente. Convirtiéndose la enfermedad mental en un mito y pretexto para llenar algunos bolsillos, haciendo la limpieza del sistema capitalista de dos formas: conducen al sujeto a comportarse como se tendría que comportar, que favorezca a los otros o se desplaza del contexto y como los psiquiátricos, las cárceles y los hospitales cada vez están más llenos, entonces se opta por la desaparición de quien ya no cabe. 

El psiquiatra Szasz (1982) comenta sobre la enfermedad: “La enfermedad es algo que sólo puede afectar al cuerpo: el cuerpo humano, o el del animal o incluso la estructura de plantas o de organismos unicelulares. Pero, por definición, la enfermedad no puede afectar a la mente” (p.93). Su opinión ante los enfermos mentales es a partir de que toman un lugar dentro del sistema, que no deja de tener una función: “En cuanto los llamados pacientes mentales, no tienen enfermedades médicas y corporales; esto es, en tanto que las enfermedades mentales son “funcionales”, no resultan ser, en mi opinión, verdaderas enfermedades” (p. 92).

La preocupación social en el tema del suicidio aumenta, no de manera directa, hasta que un día se asoma el caso mas cerca de lo que uno creía. La causa por la que cada persona transgrede con su propia vida, no es generalizable, así como las medidas preventivas que se sugieren día a día. Se puede observar la sonrisa del vecino, con su brillo, su espontaneidad de vida, sus veinte años de meditación, de clases de Reiki y al otro día podemos recibir una noticia inesperada. También podemos ver a aquel que se aleje de lo que supuestamente lo motiva y resulte que escriba “En las cimas de la desesperación”, o componga “Smells like teen spirit”. Más allá de los consejos y pasos a seguir para comprar la supuesta “felicidad” está algo primordial y es el camino del hombre hacia el cumplimiento concreto de su deseo, independientemente de que se encuentre desfavorecido por el bolsillo capitalista que las corrientes del saber le sirven. García (2016) comenta:

No se equivocan muchos quienes en el fervor del coraje por las situaciones globales generadas por el capitalismo, expresan “capitalismo de mierda”, porque efectivamente el capitalismo funciona como un sistema de engranajes –lógica de la burocracia- que se devoran a los sujetos para poder funcionar y luego los desechan cuando ya no son útiles; digamos, cuando les han extraído todos sus “nutrientes” que la maquinaria requería, y entonces para poder seguir funcionando, es decir para poder seguir devorando a otros. (p. 87)

La mirada al presente no es, sino, la misma mirada del pasado, en la cual si el sujeto no es funcional, conviene mejor su exclusión o su desaparición, orillando al sujeto al exterminio, en donde el mismo contexto exige la funcionalidad de la persona, enajenados en condiciones económicas invivibles en los mismos medios de ser humano, dirigiendo a la persona hacia el deseo capitalista a costa de la desaparición del suyo y, a causa de la trampa, el sujeto sin deseo ya no puede soportar la presión social, siendo el primero en querer ser parte de ese exterminio, pues se vuelve objeto de la fatalidad. Un genocidio bien planeado del capitalismo en el cual no necesita bombas, ni armas de fuego: necesita a la psiquiatría, al derecho y en tiempos contemporáneos, a la psicología, como voces dictadoras del capital.



Bibliografía
· 
García, E. (2016). Del erotismo oral al voraz goce del capitalismo. Introducción de la o(r)ealidad. En G. Larrauri. (coord.) Psicoanálisis y capitalismo, pp. 61-91. México: Las lecturas del Sileno Universidad Iberoamericana.

Szasz, T. (1982). El mito de la enfermedad mental. En A. Suarez. (coord.) Razón, locura y sociedad, pp. 85-102. México: Siglo Veintiuno Editores




Sunday 11 August 2019

Santa María la Caquera



Existen varias maneras de nombrar a la colonia Santa María la Ribera; a través del tiempo ha sido pronunciada como: Santa María la ratera (debido al pasado delictivo que se le atribuía), Santa María la perrera (por el amor y preferencia particular que tienen los miembros de esta colonia a los perros) y Santa María la caquera (evidentemente por las cacas vistas y pisadas en sus calles y banquetas).

Una de las particularidades de la colonia radica en que a cualquier hora se puede apreciar a diferentes personalidades andando con su mascota al lado, frente, atrás, arriba o abajo. En este ejercicio existe una carga significativa que es la apropiación de la mascota en cuanto a responsabilidades que llevan al humano a adjudicar ciertas emociones, sentimientos o sensaciones propias a su mascota; no está de más señalar los ciertos parecidos que adquieren las mascotas a sus dueños y la caracterización y vestimenta que se les agrega dependiendo el gusto y decisiones del propietario. Esta apropiación incluye algo elemental, deshacerse de los deshechos hechos por dicho perro-gato-pato-ratón-hurón-conejo, etc., además de seguir cierta normativa para posicionarse como un “buen” vecino. Entonces ¿estaremos hablando de la caca de la mascota o de la apropiación de la caca de la mascota colocada en el sujeto? ¿se recoge la caca de la mascota como se le baja al escusado o se deja la caca de la mascota como no se le baja al escusado?

Constantemente se reflejan letreros señalando la falta de consciencia de aquella persona faltante ante el espacio público en el que se manifiesta, exigiendo la limpieza que requiere su andar para no tropezar con deshechos del otro.

Pero entonces, ¿qué significará que unos recojan la caca y otros no? La respuesta es tan compleja como el estudio del sujeto que mantiene relaciones pulsionales con las cosas a su alrededor, sobre todo con la caca.

La caca representa la primera economía del ser humano en la primera infancia que ronda entre el primer y tercer año de vida, existiendo una sensación de poder y propiedad privada a través del excremento, considerándose como un regalo que le puede otorgar a los padres que exigen expulsar su excremento de cierta forma (¿como la normatividad para posicionarse como “buen” vecino?)  a la cual el infante tiene que subscribirse y renunciar a su placer de: retener, expulsar y jugar con sus propias heces, debido al asco que afecta a los padres adultos (o quien los represente).

Justo en la etapa anal se instaura un modo de relación con los excrementos que permite que se establezca de diferentes formas dependiendo de la configuración singular que cada sujeto resultó de sus pulsiones, teniendo que renunciar al excremento surgiendo así una subjetividad. Tanto pudo despertar enojo por la renuncia al placer que los excrementos le daban o favorecer su adaptación a la vida social con soltura de cuerpo y destreza manual debido a la actitud más o menos severa de los padres en cuestión a la limpieza, lo que también podría desencadenarse en un despliegue torpe del niño conducido a la represión por rehusarse a someterse a sus deseos equivalentes a un castigo.

Dolto comenta: “A la etapa anal se remite la formación de los caracteres concienzudos, sobrios, regulares trabajadores, serios y científicos en aquellos que hallaron placer en conformarse a los nuevas exigencias que se les planteaban: en los otros, se encontrarán a los obstinados, los malhumorados, los testarudos, los que gustan llamar la atención por su desorden, su suciedad, su indisciplina o también aquellos que se hacen insoportables a los que los rodean por su afán de orden meticuloso, rayando en la obsesión”.

Quiere decir que Santa María la Ribera muestra una pluralidad conformada con muchas singularidades y esto se ve reflejado en la caca que se encuentran al caminar por sus calles, pudiendo ser pisadas (no solo la caca, sino la pronunciación de una subjetividad). El asunto con esto es, ¿dónde se coloca uno? En la figura del adulto con la necesidad de reeducar al infante, en el infante en búsqueda de la aprobación del adulto, en la queja constante ante la singularidad del otro, en el que recoge la caca del otro por mantener el orden y la limpieza…

Más allá de las formas “correctas” o “incorrectas” de hacer, en Santa María la Ribera existe una interrelación social muy bella en la cual no siempre se está de acuerdo y a eso se le llama vivir en sociedad.

Por cierto, ahorita vengo, voy al baño, bye.
💩

Thursday 9 November 2017

Me levanté...



Estando en una situación de crisis viviendo con mi madre, mi hermana y en aquel momento mi novio al cuál se le habían encontrado algunos textos románticos de una relación amorosa que supuestamente mantenía en secreto, un secreto evidente para todos los que conformábamos esa “familia”. La dinámica familiar era un poco diferente a lo que se acostumbra en una familia tradicional pero que se jugaba el papel del chivo expiatorio el cual me correspondía, manifestado con un cuadro de insomnio severo. Un buen día, ya con toda la presión de la madre, con la indiferencia del novio y con el nulo acercamiento de la hermana adolescente, tomo una maleta, hago unas llamadas las cuales me conducen a un efectivo movimiento que fue conseguir una camioneta, tomo mis cosas, me voy. ¿Y ahora a dónde? Con doscientos pesos en el bolso, con deudas en la mente y con unas ganas de respirar otros aires, de repente me encuentro en casa de un primo, primo él cual tiene un grado leve de autismo,  su departamento lo tenía en condiciones precarias, sin luz, sin gas, sin Internet, sin papel de baño, lleno de chinches, animales, muebles que recogió de la basura, excremento en el piso, aun así, era un lugar mejor, debo comentar que había agua y la cosa de la limpieza se iba a poner buena. De este modo, marcho hacia el Supermercado más cercano, compro tres cosas en calidad de urgencia: papel de baño, vino y un destapacorchos. Ese día, dormí como nunca, el insomnio desapareció y al siguiente día, me levanté.



Ros.

Monday 21 August 2017

Enfermedad capitalista: El sujeto vuelto objeto y el objeto vuelto sujeto

La sociedad, inmersa en un sistema el cual nos expone a la alienación –momento en que lo instituido domina lo instituyente-, el hombre no es ya la medida de todas las cosas, sino que es atravesado y manipulado por fuerzas mayores, entre ellas, la economía, el lenguaje, el inconsciente, la institución. Esta sociedad, lleva a construcciones destinadas a dar cuenta de las formaciones y procesos psíquicos inconscientes movilizados en la producción del vínculo y del sentido, este agrupamiento social, permite pensar un orden específico de la realidad psíquica del sujeto con el conjunto intersubjetivo del que forma parte y al que da consistencia, estos procesos nos lleva a un acuerdo social que nos permite relacionarnos unos a otros mediante ciertas reglas que regulen nuestros comportamientos y nos conduzcan a la “adaptación”. Muchas tendencias adaptacionistas que han caracterizado al sistema social de producción, determinan prácticas psicológicas que contribuyen a privar al sujeto de su capacidad deliberante y deseante.

El humano, al verse inmerso en un discurso ya establecido, utiliza recursos necesarios que le contesten aquellas preguntas que permita darle un sentido a su existencia. El sujeto dentro de un contexto se aliena, entonces muchos comportamientos ya no son propios, sino aprendidos, o mejor dicho mecánicos, se sigue reglas porque son impuestas y ni siquiera se ponen en duda, esto nos lleva a sujetos vueltos objetos en la fascinación de la alienación y por otro lado los objetos hablan con voces desconocidas sometiendo a los caprichos de la moda, convirtiéndose entonces objetos vueltos sujetos, otorgando una voz a estos objetos que animándolos de cualidades humanas se van posicionando de un alma, alma que el propio sujeto va depositando en los objetos los cuales tomen responsabilidades humanas y a la vez el humano se deslinde de responsabilidades y a su sin-sentido, ya le den un sentido, preparado, elaborado, construido e ideal para él y su “bienestar”, es como si la sociedad quisiera volverse máquina para poder explicarse, para poder saberse.

En este tema, es importante recalcar que “el gran invento del capitalismo fue una enorme alucinación: vio el humano una mercancía, y al lobo feroz se le hizo agua la boca” (Manero, 2012), entonces lo sujetos se quieren volver objetos, esperando trascender su caducidad como mercancía, como objetos desechables que esperan el basurero de la vejez o el desempleo. Es claro que entre más compleja es la organización social, más aumenta nuestra ignorancia sobre la misma (Weber, citado en: Manero, 2012), construyéndose un mundo, en medio del deliro, el delirio colectivo y cooperativo.
Según Manero (2012), existe la poesía enferma, la de la repetición y el sinsentido, pero aquella poesía iluminada se puede observar en la oscuridad de la locura donde se encuentra apenas levemente, pero, ¿qué sucede con esas personas que defienden esa parte de sujeto queriéndose liberar de esa prisión capitalista?, son marginados, categorizados, ridiculizados y muchas veces hasta asesinados.

Existe una invitación al autoengaño, a la apariencia del todo está bien, cumpliendo con las reglas del buen vivir: “sé buen padre” “se buen hijo” “estudia una carrera” “cásate”, entre otras muchas normas morales. Lo importante aquí es que muchas o la mayoría de veces las vías más adecuadas para la satisfacción pulsional (que caracterizan al sujeto) no son como la sociedad lo exige, sin embargo, entre un sin fin de opciones por las cuales el humano pudiera desarrollarse y expresarse, se reducen solo a aquellas que le están permitidas y además, que le sirvan a un sistema capitalista que además de fabricar hombres de buena calidad para la producción, decide cómo expresar aquellos sentimientos como el amor, la tristeza, la traición, la bondad, el altruismo, entre otros inventos capitalistas que busca el control de la economía, de las emociones, de los sentimientos y además motiva a ser partícipe del juego capitalista, es decir, el dinero que gana un trabajador con una rutina diaria, es “libre para gastarlo en lo que se quiera”, pero en ese querer, en esos gustos creados, ya se implementó un gusto elaborado, un gusto construido no por fuerzas deseantes, sino por fuerzas impuestas, entonces, se gasta en marcas, diversiones, las cuales van encaminadas a regresar ese mismo dinero al sistema y así, sucesivamente. Entonces habría mucho que reflexionar, sobretodo en el tema del “andar”, andar por andar o andar hacia nuestro deseo, que es otro tema por elaborar. Pero, ¿qué tanto mi deseo es el deseo del otro? Tema nubloso hasta el momento, sin embargo sería adecuado preguntar, ¿cuántos asumen el deseo para procurársela a sí mismo? , el caso de Antígona es un ejemplo de la persecución de su deseo y la diferencia ante los demás, Antígona hija de Zeus, buscando el entierro digno de su hermano al cual Creonte (el nuevo rey) deposita un rencor y odio hacia él y se impone a ese entierro, ella expresa:

Le dice Antígona a Creonte en la tragedia de Sófocles (442 a. C.): "Todos éstos te dirían que mi acción les agrada, si el miedo no les tuviera cerrada la boca; pero la tiranía tiene, entre otras muchas ventajas, la de poder hacer y decir lo que le venga en gana". 

En ningún momento se arrepiente ni da marcha atrás, los motivos que están detrás de ella es la derivación en acto de su propio deseo y estando en una posición de arriesgar la vida, se convierte en una víctima terriblemente voluntaria y aunque tiene la opción de detenerse, de recuperar la posibilidad de llevar a cabo una vida de mortal no heroica ya destinada a ella, elige dar la vida persiguiendo el deseo, que la caracteriza como sujeto, el ejemplo de ser un objeto en lugar de sujeto es su hermana Ismene, la cual por miedo y por imposición actúa de forma alienada, independientemente de que sus valores, de sus creencias, de su deseo y complaciente, accede a las decisiones que le impone su rey Creonte.

Un sujeto, es un sujeto de acción que actúa sobre los objetos, que elige y se hace responsable de su deseo, pero basta con revisar el síntoma social en el que se vive, el síntoma de la desmotivación y de desesperanza, de la creación de un alma fuera del sujeto posicionándolo en él objeto. Freud (1901), señala en Psicopatología de la Vida cotidiana, los chistes, revelan cuestiones inconscientes, deseos reprimidos que emergen de una manera menos amenazante para el sujeto que a la vez que le permite manifestar cierta agresión; por ello, sería importante poner atención en los chistes que circulan en el sistema, chistes como, “los Godínez” memes mexicanos donde la burla a la ignorancia es bastante común.

Según Foucault (1980), uno no puede escapar nunca a las relaciones de poder; jamás, pero si se puede modificar la manera en que está se ejerce. Apuntaría uno a una modificación permanente, al cambio estratégico y el asumir un papel dentro de ese poder, el poder como sujeto, no como objeto. Se sabe el papel que toma el Ideal del Yo, aquel que tiene un aspecto social: este ideal que reúne una familia, una clase, una nación, que esta instituida con la finalidad del sufrimiento institucional creado por un capitalismo. Cada individuo es víctima del capitalismo en sus variantes, del socialismo, de los regímenes feudales y despóticos que indudablemente han dejado su huella en la sudorosa cara, entonces uno se argumenta, ¿con quién hablo cuando me cobran el supermercado?, ¿es su necesidad de hacerse algunos centavos?, ¿es el conflicto familiar?, ¿son las ganas de llevar a la novia al cine?, ¿son todos esos discursos a la vez?, se pensará en algún momento si ¿es el odio masivo a los lunes?, o ¿ es el odio al capitalismo?, ¿es euforia porque sea viernes?, o ¿es el odio al capitalismo?. Ahora bien, planeando el fin de semana “libre” del trabajo arduo, con la pesadez de la semana y el cansancio, ¿cómo se decide pasar ese fin de semana? Yendo a divertirse como se ha dicho que se encuentra la diversión, yendo al cine, a la plaza, a gastar el dinero que costó cansancio, horas de transporte, pesadez y amargura, regresándolo al sistema, para volverlo a ganar y volverlo a gastar de la misma forma. Ir a la plaza de compras para cubrir un vacío, entonces la idea de que lo que se tiene es lo que se vale, en ese momento se deja al sujeto y el objeto adquiere un fantasma de sujeto, así el objeto posee historia, belleza, voz y ya no es el sujeto el que habla, son ese conjunto de objetos cargado de cualidades humanas. La humanidad cae en la trampa capitalista: compras compulsivas, adicción al videojuego, al consumo compulsivo, ese PlayStation que se coloca como sujeto para cubrir un vacío, los padres que se sirven de la Tablet para sus hijos y no hacerse cargo de él, el problema del consumo de drogas tiene que ver con el mismo sistema, es el contexto lo que motiva caer en ellas, entre otras cosas que se pueden considerar.

De esta manera se invita a la autorreflexión crítica que tiene que participar en los procesos de resistencia y transformación social para acceder a una acción moral, pero sin desconocer los límites de nuestra condición humana como sujetos, animando al sujeto y no al objeto como tal. Conservando la esencia más íntima que caracteriza al sujeto de los demás, salvaguardando los aspectos de acción que llevan al sujeto considerarlo como tal. Un desprendimiento ante un mundo materialista que vuelve sujeto al objeto porque en él objeto deposita su carga libidinal y de amor perdiendo la identidad, la personalidad, dándole esa alma a un ente pasivo, sin acción, estático, convirtiéndose el sujeto como tal. La urgencia de atender esta subjetividad término oscuro y difícilmente abordable, donde la falta, el vacío social se vuelve un síntoma el cual atender, enfocar y así como en la clínica, con eso, trabajar.

Karla Caravantes

Bibliografía


Foucault, M. (1980) Microfísica del Poder. Edissa: España Pp. 175- 189

Freud, S. (1901) Psicopatología de la vida cotidiana. Obras completas, Amorrortu: Argentina

Manero, R. (2012) Grupos e Instituciones, Subjetividad y Colectivos. UAM-Xochimico: México


Marcos-Turnbull, R. (2015) Antígona, o la victoria de Eros. Editorial: Me cayó el veinte: México

Enfermo bien-estar

Una de las cosas más chingonas de esta vida es disfrutar de los ciertos roces que desencadenan amor por lo desconocido, la aventura, el riesgo. Lo que se ve es lo menos real, solo se existe por lo no pronunciado, o ¿acaso vas desnudo por las calles? Si, a veces se antoja, como un grito desesperado que diga... esto es lo que soy y estoy en mi cuerpo. 

Nos enamoramos por aquello que nos hace diferentes al resto, es gracioso como algunos se esfuerzan en la perfección ignorando que es lo contrario los que hace salvaguardar la esencia, si se es perfecto... ¿qué te haría interesante? La gente enferma de perfección. 

Que afortunado serle fiel al deseo por medio del olor, de la mirada, de la pasión, en aquello donde el corazón no se constipa, donde florece, donde se acrecienta. Me reconozco y siento que quiero a todo el puto mundo. Hasta a aquellos que se han atrevido en hacer un tipo de daño a mí ser, en esos momentos, me vuelvo inmortal. Donde las personas que se ponen enfrente y estorban, en realidad no estorban, me impacta su anulación de mi presencia y al mismo tiempo aprovechó para decir, aquí estoy, existo, con permiso, pasó, sigo caminando, brincando, bailando, llorando, sonriendo.

Nunca rezo, porque no hay nada que tenga que pedir tan importante a alguien más que a mí. Pido que mi lenguaje no se formalice en palabras idiotas institucionales donde se finge ser alguien que no se es, pido seguir bailando ante el movimiento arrítmico de la vida con pasos que sean armoniosos a mi sentir y pensar. Espero nunca más dormir más de ocho horas por "bien-estar" sino por la gracia de estar, si duermo tres y desvelo, estaré encontrándome, sabiéndome, teniéndome.


Karla Caravantes

Retorno al cuerpo.


En lo que más cuidado tendría, sería en el querer imponer mi pensar al otro, porque el respeto si no es el valor que más nos caracteriza en sociedad, si es el que guarda una ética fundamental que permite al humano una convivencia placentera. Simplemente dentro de mi lógica, el depositar afuera del cuerpo un amor que le corresponde al cuerpo, parece una invitación a la despersonalización, no sólo parte al sujeto, el sujeto está partido, sino que escinde una parte de su voluntad hacia la responsabilidad de un ser inexistente, que solo vive en el delirio, un delirio que justifica la vida presente, ya sea Dios, ya sea una misión, fuerza de atracción, un trabajo, una institución, etc. y que si de por sí, vive en falta, falta aquello que se exige para direccionar la responsabilidad del sujeto, es por esto que la sociedad vive sin responsabilidad, toda, se deposita a Dios. 

Entonces ¿qué significa un, Dios te bendiga? ¿Un Pilato, lavándose las manos? Peor aún. Justificación para que todos los males y bienes estén ajenos del cuerpo, de esta manera, la sexualidad no le corresponde al cuerpo, le corresponde a Dios. Pero el cuerpo habla mediante la enfermedad, la angustia, el cáncer, alergias, incluso en la agonía de la risa, que los "médicos más preparados" pueden "curar" o ¿controlar?.

Cabría alguna duda el ¿por qué el aumento de suicidio  en una sociedad donde se exime de una alegría creadora para desprenderse de su cuerpo y posicionar esa energía libidinal en un delirio que responde como responsable de su actuar? Siguiendo esta línea, ¿Dios, te va ayudar? ¿Cabe la posibilidad que un retorno al cuerpo sea un retorno a la responsabilidad?


Karla Caravantes

Monday 31 July 2017

Mujer rota no te hagas nudos los pies

¿Cómo se llega a ser una mujer rota?

Cuando una mujer se cree el típico discurso engañoso de la seducción y permite que alguien se posicione a sus pies, se cree tener un esclavo, pero no es más que la sutil y perversa manera de poseer un amo. Entre tanta dialéctica que existe entre el amo y el esclavo, ¿por qué besar los pies o dejar que te besen los pies? Esto, sólo te hace nudo los pies y con un nudo en los pies, no se puede caminar.

La vulgar seducción capitalista que enseña y educa a los hombres en la conquista, es conquistar lo que está alrededor de la mujer y no a la mujer. La mujer a falta de fuerza, de dirección, al verse rodeada de miradas deseantes, suelta su deseo para ser el deseo del otro. Permítanme decirlo: mujer, estás en peligro.

Por cada mujer que se deleita presumiendo el amor de su hombre, hay otra detrás orando por ese corazón que está en camino a ser roto, pidiendo que después del fracaso, se convierta en una verdadera mujer rota, inteligente, valiente, autentica. Que ya no se permita en ese espacio vulgar capitalista, que se fortalezca esa cualidad de rebeldía ante el sistema que nos gobierna no permitiéndole al seductor argumentos comunes y básicos, cuando el seductor utiliza estos recursos tan básicos, es todo… menos Amor a una mujer.

El hombre vulgar no seduce a la mujer, seduce al ejército que rodea a la mujer y es entonces donde la mujer se confunde y empieza a creer en las tácticas de las técnicas más comunes, más baratas emocionalmente. Si la mujer está rota, es una rotura necesaria para alcanzar la felicidad subjetiva y su esencia primitiva que la convierte en un enigma. Aprovecha su necesidad de prótesis para crear, cambiar, conquistar, innovar. No lamenta su ruptura, sino; ocupa su ruptura.

La mujer rota o aprende y se asume o mira atrás y se convierte en sal. Hipnotiza con sus cicatrices que utiliza para elaborar poesía, dibujo, danza, teatro,  arte.... ¿psicoanálisis? Vive, corre, brinca, llora, siente, sin hacerse dura ni más consciente, al contrario, puede ser una niña que explora el mundo antes de ser advertida, así como posee coraje, valentía, firmeza con la que se atreve, se arriesga, se enfrenta, se hace cargo de su inconsciente. Se permite que duela, no se resta en los encuentros, brilla sin tener que decir una sola palabra. Despierta, se libera del fantasma. La mujer débil y en formación, duerme en vigilia y cuando sueña, despierta, manifestando en el sueño esa realidad oculta, esa realidad que duerme cuando se cree despierta.

Mujer, si estás rota es porque estás viva, eres la única que tiene la oportunidad de encontrar la inestabilidad que sea tu estabilidad, siéndote fiel a ti misma, haciendo lo que se te antoja disfrutando lo absurdo que puede ser este mundo. La mujer rota ya no cree en el ejército que la envuelve, cree en ella. Los fracasos se convierten en intentos, intentos que siguen palpitando.

La mujer rota podemos ser todas, porque a todas nos han partido el corazón o van en esa dirección. La diferencia entre una mujer rota y una mujer que se desconoce como tal, es la aceptación de estar rota, a esta le es imposible la transformación. A la mujer rota ya no la conquista ni el capitalismo ni los cuentos de hadas. La conquista lo desconocido, la autenticidad, la aventura, la rebeldía, el fuego, el aire, las alturas, la adrenalina, el sol, la tierra, la música, el arte, la espontaneidad, es víctima de la apreciación natural puesto que es su propia naturalidad de mujer rota la que habla, se expresa, construye y elabora. Si hay un grito de libertad, no hay otro más sincero que el de la mujer rota.

Por. Karla Caravantes
Ilustración por:  Sabar. 

Sunday 9 July 2017

Porque es domingo y estoy conmigo.



Escribir…  gran momento y dosis perfecta que hace sanar esa bomba interna que aparentemente no tiene por donde expresarse, manifestarse o utilizarse. A veces la música sirve, la pintura, el teatro, la danza, pero la escritura posee esa facultad de poder dejar en el tiempo una parte de mí misma, que posteriormente puedo leer, donde me puedo reconocer o desconocer.

La pregunta ahí está… ¿Porque jugar a ser una chica de flores, cuando no soy una chica de flores? ahora pongo en duda todas aquellas artimañas de la seducción comunes  y ordinarias. ¿Cómo alguien que disfruta la creación podría tener una vida tan repetitiva? ¿en dónde se ve el compromiso consigo misma? Estoy segura que la cotidianidad no es para mí, que me soy tan extraña que a mí misma me cuesta trabajo entenderme, me doy miedo y a la misma vez curiosidad, ¿en qué me he convertido y como he sobrevivido ante tanta opresión? ¿cómo me las he ingeniado para mirar aún con tanto corazón cuando había estado tan quebrada por tanto tiempo? Ahora que estoy entera tengo que investigarlo, tengo que saberlo, tengo que encontrarme.

Quisiera gritarle a esa Karla de antes y decirle: Cuidado, no subas a ese pedestal… después de un rato de gritar y con cansancio, aceptar que era una experiencia que tenía que pasar. Ahora no más cotidianidad. Ya no más por favor. No mentiré negando que no soy una chica de miedo, que mi estilo de creación es una innovación que no muchos entienden, incluso a veces ni yo misma.  

Ahora te hablo a mí misma, de frente, con cariño observando el brillo que emana de ti…. ¿qué te duele de estar sola? ¿reconocimiento? ¿la necesidad de un Dios? ¿la difícil aceptación de que eres asombrosa, brillante, pero perdida entre lo que dicen que es lo que se tiene que ser y lo que quieres ser? Después de todo esto,  sólo hay que tener  cuidado a lo conocido y confianza a lo desconocido.

¿Qué es lo que te ha puesto en duda tu integridad? ¿en qué momento has dejado de ser tu para llevar a cabo una serie de pasos que te indican las reglas del “buen vivir”? ¿cuándo empezaste a confundir tu deseo con el deseo del otro? Hay personas que lo más valioso que tienen es la persecución de su deseo y en esa búsqueda se encuentra la verdadera libertad, si es que existe, sería la única forma de conseguirla.

Todos nos encontramos perdidos y en angustia, buscando, tu no buscaste, la comodidad te encontró, te cegó y todo se simplifico, es muy fácil decirle si a lo cómodo y más cuando las miradas de los otros lo aprueban, pero… ¿dónde estás tú? ¿Alguna vez te has encontrado en el mismo discurso que hablan todos los demás? A ver, ¿por qué ya no te permites esa mierda de superación personal? Pues porque te tienes respeto, ¿qué hay en ti que te hace ruido cada palabra pronunciada con ganas de desenmascarar lo que hay atrás? ¿por qué perder eso? ¿qué no siempre lo has hecho? ¿por qué sentirte mal por ello? ¿por qué te sientes atacada? A ver, ¿qué tienen los domingos que te hacen escribir algo como esto? O ¿es que ya hacía mucho tiempo que se había tratado de buscar y ahora por fin te sientas, te contemplas y accionas? La vida es cruel cuando haces algo que no quieres hacer y también cuando quieres hacer algo y no lo haces.

Se acabó el sufrir para los demás y empieza el sufrir para con uno misma, permitiéndose construir a partir de lo desconocido, esto que te oponías tanto a soltar, es lo que mejor te ha podido pasar, sufre, llora, brinca, baila, lee, has música, has de todo…… que todo el mundo es para ti, a pesar de que te opongas no puede ser diferente, es así. Se buena, se mala, sé cómo quieras, tienes toda la apertura de ser quién eres, cuidado con las personas buenas y con esa parte de ti que se pronuncia como tal, porque entre tanta bondad se esconde un peligro, ponte lista, ponte tonta, ponte cómo quieras pero no pierdas esa autenticidad porque brillas cuando lloras, hasta con el moco a media boca. 

Disculpa a la gente que no te entiende, es demasiado extraño y temeroso acercarse a lo desconocido para uno, precisamente tienes esa inquietud, el amor por lo desconocido, no todos tienen ese apetito, no hay nada de que jactarse de haber hecho algo por los demás, solo jáctate de ser quién eres, con eso es suficiente para tu proceso de liberación. Las groserías no se encuentran en las palabras, sino en los actos, cada acto que se haga sin el gusto de hacer es una grosería, la peor de todas porque es contigo misma. Te has encontrado en diferentes dimensiones y en sitios bastante riesgosos, has permitido que se coloquen en la fisura, fisura que tiene que sanar, sanación que requiere un placer, un compromiso hacia la vida.

A nadie le puedes negar el derecho de hablar de ti, ¿Cómo podrías negarles algo tan sagrado que es la manifestación de su inconsciente? ¿Sabes que no necesitas de nadie que te venga a decir lo que eres, qué solo eres para los demás lo que alcanzan a ver dentro de sus esquemas? Esa es tu chamba amiga y enemiga, el descubrirte a través del camino del gusto, de la renuncia, de la vanagloria que es disfrutar el espacio que elegiste, que decidiste y por lo tanto que disfrutas con toda la gama de emociones que nos hacen ser humanos.


Querida Karla, ¡es tu vida!, ¡de nadie más!


Karla Caravantes.

Monday 25 February 2013

Monday 26 November 2012

Tuesday 22 May 2012

Paranoid Sue con Coca Cola Zero




Foto. Pepe Guevara
Director. Luis López Díaz

Tuesday 28 February 2012

A la Luz y su hijo

Estoy hecha de amor y cada minuto que pasa creo en esa luz. Existe el cielo como el infierno. Me desintoxico, no del vicio que todos conocemos, sino del vicio que no conocemos. Mi mundo empieza a cambiar, mi corazón me empieza a revelar. La manera de hablarle al exterior cambia, mis pocas palabras empiezan a ser miles de historias no contadas. Empiezo a gritar callada. A dar gracias, perdonar, hacer lo que mi ser quiere que se haga.

Wednesday 30 November 2011